...y continua

Hola a tod@s de nuevo! Esta vez desde Bishkek (o como se escriba, que esto del cirilico tiene tela), donde el viaje empieza a entonar el canto del cisne. Una noche mas por aqui y la madrugada del sabado al domingo nos alejaremos del Kirguizstan rumbo a casa, a descansar (y a currar, que las vacaciones se acaban con el viaje). Bueno, no me enrollo y continuo con el relato: Lo habia dejado el 10 de agosto, bajando al base... 11 y 12 de agosto: Descanso, relax, ducha (aleluya!) lectura (cayeron los pilares de la tierra y los santos inocentes), musica (por llamar de alguna forma al sinfonico progresivo) y por las noches visita al campamento vecino a ver a los amigos del grupo de Roman. Estos, con los deberes hechos como nosotros, salen para cima un dia antes, pero se tienen que coordinar con el grupo de Xavi para no coincidir en ningun campamento con ellos. 13 de agosto: Tras dos dias de cagaleras, Josep Maria recupera la consistencia. Paralelamente, la ultima noche soy yo el que sufre de flojera intestinal, vamos, que la ultima cena antes de empezar el ataque fluyo por mi cuerpo demasiado rapida. De la misma manera, soy incapaz de probar bocado en el desayuno (total, para que?). Detalles aparte, a eso de las 9 empezamos a caminar hacia el campo 1, ligeros de peso y con la moral a tope. De nuestro campamento sale tambien un numeroso grupo de franceses con los que se supone que coincidiremos toda la ascension, ademas de dos grupos de rusos. Parece que la cima va a estar concurrida proximamente!. El sol acompana, aunque un frances pronostica dos dias de mal tiempo (aqui los pronosticos son menos fiables que los del frenopatico, ya que nadie sabe nada ni hay servicio de meteorologia). De todas formas, dos dias de mal tiempo supone que para el dia del ataque hara bueno, asi que asi seguimos con la moral a tope! Mas o menos a media subida nos cruzamos con los alemanes con los que hicimos el viaje en furgo desde Osh. Se retiran. Han intentado subir demasiado bruscamente y el 75% del equipo no lo ha podido asimilar. Mientras nos explican que se van para casa a mi me empieza a suceder algo muy extrano. Me quedo sin aire. La respiracion se me acelera y se desacompasa, y eso que no estamos altos!, y estamos parados!!. Al reanudar la marcha la cosa no mejora. Tengo que bajar el ritmo al ralenti y armarme de paciencia, ya que parece que este a 8000 metros. De repente la cima me parece lejisimos, y me mentalizo para pegarme 4 dias esperando en el C1 a que baje Josep Maria, ya que si sigo asi no podre continuar. Con mucha calma acabo llegando al C1, tras casi 6 horas de arrastrarme por los caminos, y alli JM ya tiene preparada la tienda y un pure de patatas recien hecho. A partir de ahi descansar y comer y esperar que el dia siguiente sea mejor. Quiza el ir en ayunas tenga algo que ver con la pajarraca que me ha dado! 14 de agosto: Dia clave. Toca subir al C2, otra vez los 900 metros de desnivel, las grietas, etc, y es que va a ser la tercera vez que hagamos el caminito! (por suerte, sera la ultima). Iniciamos las primeras rampas con la duda sobre como me voy a encontrar. Me pongo a rueda de Josep Maria (Apisonadora) Moya, y poco a poco vamos ganando altura. El ritmo, pese a no forzar, es bueno, y cada vez me encuentro mejor. El dia tambien es bueno y nuevamente en 4 horas nos plantamos en el C2. Parece que lo de ayer fue una pajara pasajera, y la cima vuelve a acercarse! Los franceses se han quedado en el C1 (no sabemos porque), y por el camino, aparte de a los rusos, adelantamos a los amigos del grupo de Roman. Por lo visto Xavi ha retrasado un dia el ataque (estan atacando en ese momento) y por lo tanto los de Roman se han tenido que esperar un dia en su C1, con lo que coincidiremos con ellos el resto de la ascension (Mejor, Quants mes siguem mes riurem). Al llegar al C2 nos encontramos con Roman que llevaba un rato por ahi y vemos bajar al ultimo miembro de los leopardos de las nieves que quedaba en la montana, que abandona desde el C2 (incluso abandonando alguna tienda por ahi arriba) alegando un inmediato cambio en el tiempo (otra nueva prediccion). Aprovechamos para desplazar nuestra tienda de la plataformilla de hielo a la zona de piedras, y quedamos junto a nuestros amigos madrilenos (y andaluz). Durante la tarde, y a traves de la emisora de Roman recibimos la noticia que los de Xavi, tras diez horas de ascension y cuatro o cinco de descenso (donde les engancha un poco de nieve) ya tienen la cima en el bolsillo. Ojala que los proximos seamos nosotros! 15 de agosto: La nieve de ayer por la noche se ha convertido en gran nevada durante el dia. Al abrir la puerta de la tienda lo primero que se ocurre es cantar villancicos. Cielo tapado, nieve cayendo, baja visibilidad y frio. Con la nieve aparecen las dudas: Que hacer? Subir? Esperar? Bajar?. Ante lo impredecible y lo variable del tiempo decidimos seguir con nuestro plan. Total, el camino hasta el C3 es conocido y alli tenemos la tienda esperandonos equipada con gas, ropa seca y comida. Asi que salimos hacia arriba, rezando para que manana el tiempo vuelva a cambiar y cargando en la mochila, aparte del saco y la colchoneta, con el mono de plumas. Mi idea es volver a engancharme al ritmo de apisonadora Moya y que me lleve asi hasta el C3, pero al final de la primera rampa (Dura pero corta) ya no soy capaz de seguirlo. Me paro y decido bajar las revoluciones, llegare cuando llegue, total no tenemos nada mas que hacer en todo el dia. Poco despues me cruzo con el grupo de Xavi que estan bajando camino a casa. Felicitaciones y animos mutuos. A partir de ahi largas horas para superar la rampa gorda (la de 350 metros de desnivel). La nieve se acumula borrando la huella rapidamente, y el avanzar se hace lento y penoso, mientras la mochila pesa cada vez mas. Creo que no me he cansado tanto en ninguna montana!. Al final llego, realmente cansado, con una hora de retraso con respecto a Josep Maria, que para variar me espera en la tienda con el fogon en marcha y una taza de sopa caliente preparada. Si contrato un guia no lo tendria mejor!. Ahora a descansar, a comer, a hidratarse y a esperar que manana salga el sol! Del grupo de Roman no han subido todos. Se han quedado en el C2 Yolanda (que subio con pajara el dia anterior), Pedro (el Algecireno) que estaba con diarrea (y por lo visto dejo marcada la senda por la que paso), Paco, con heridas en los pies por culpa de las botas y Rafael, el verso libre del grupo, por no haber podido completar la aclimatacion en la primera parte de la expe. Los que si subieron con nosotros al C3 fueron, aparte del mismo Roman, Raul (un tio tan fuerte como simpatico), Ana (todo coraje subiendo), Jose Maria (el decano del grupo, con mas de 60 tacos) y Eslava, un guia auxiliar contratado por Roman, con un castellano perfecto. Como nevaba, nos pegamos todo el resto del dia en la tienda, excepto un par de salidar a mear y a coger nieve, y mientras seguiamos esperando que llegase el sol, la nieve seguia cayendo. De todas formas, al irnos a dormir ya teniamos el despertador puesto a las 3 de la manana y la mochila preparada...Si la cima nos da una oportunidad vamos a estar ahi para aprovecharla! 16 de agosto: Y la oportunidad....no llego esa noche. :( Toda la noche sin dejar de nevar. Ni a las 3, ni a las 5 ni a las 7. Mi noche fue la peor de la expedicion, con capitulos de agobio claustrofobico dentro del saco, mientras JM murmurab (...con calma Pelaez, con calma...). A esto de las 9 no aguanto mas y salgo de la tienda. Nevar ya no nieva, pero el nivel de la nieve ha subido mas de medio metro, y la huella que subia hasta la cima...se fue como la mama de Marco. Mientras intento estar el maximo de tiempo posible fuera de la tienda (ahi fuera pega rasca y, lo que es peor, no puedes hacer nada ni te puedes sentar) me mentalizo para un segundo dia y una segunda noche esperando dentro del cubiculo. Roman y Raul, como ya no nieva y se aburren (y van sobrados de fuerzas) deciden subir hasta 6500 metros para dejar la huella preparada para el dia siguiente. Por nuestra parte, a la tienda y a cocinar, comer, beber y esperar a que el tiempo cambie al dia siguiente. Y ya llevamos casi 40 horas ahi metidos... 17 de agosto: Ya no nieva! Las nubes se las llevo el viento! Y al viento quien se lo lleva? Pues eso, la segunda noche a 6100 metros fue la del viento. Viento que soplaba y que parecia que fuese a arrancar la tienda (pero no estamos enterrados en la nieve?). Y soplaba y soplaba. Y si soplaba asi estando dentro de la tienda, como iba a soplar caminando por la arista?. Asi que a las 4 cuando sono el despertador (esta vez habiamos pensado salir a la vez que el resto, por aquello de repartirnos lo de abrir huella) nadie hizo amago de salir. Otro dia sin atacar, y lo que es peor, otro dia enjaulados en esa tienda de mierda! (Por momentos las ganas de subir a la cumbre desaparecian y en su lugar me llenaba de un deseo de marcharme de ahi cuanto antes). De todas formas tampoco teniamos comida para pasarnos otro dia esperando al buen tiempo, aunque se la podriamos pedir prestada a los amigos de Madrid, que (algunos de ellos) compartian mi punto de vista de que lo mejor que se podia hacer era irse para casa y alejarse de la tienda de una vez. Por su parte JM era partidario de aguantar un dia mas esperando el buen tiempo, aunque era consciente que mi aguante estaba llegando al limite. En esas estabamos cuando a las 7 de la manana oinos a Roman que dice: -Se ve despejado ahi arriba, asi que yo ataco!-, y Raul con el. Josep Maria y yo que nos miramos y pensamos - Ahora o nunca!- Asi que rapidamente nos ponemos el mono de plumas, las botas y para fuera. Para entonces Roman y Raul ya han salido, y nos faltan todavia los crampones. El viento no ha aflojado y, aunque luce sol, el frio es impresionante. Mientras me ato los crampones creo que ya no volvere a sentir jamas los dedos, los de las manos y los de los pies, y, antes de que haya acabado, JM ya esta caminando. En cuanto puedo arranco a caminar y, haciendo un esfuerzo enorme por la altitud, la subida, el frio y el viento consigo alcanzarle. Mientras tanto voy pensando : Oye, no habria que desayunar algo?. Al cabo de un rato JM me comenta que, objetivamente no teniamos posibilidades de exito. Hemos salido muy tarde y nuestro ritmo es mucho mas lento que los de arriba, aparte del frio y sobretodo del vendaval, por no hablar de lo que nos espera por no haber desayunado o de lo dificil que se hace avanzar con la huella tan poco marcada. Ese comentario es lo que yo necesitaba para decir que, si hay que ir se va, pero ir para nada, es tonteria, asi que me doy la vuelta y pal C3. Al girarme descubro horrorizado lo cerca que estoy de la tienda. Realmente nos quedaba un mundo hasta la cima. Una vez en la tienda observo como Josep Maria se detiene un poco despues del punto donde nos hemos separado y como un punto que viene de mas arriba se le une y bajan juntos. Es Raul, que no se ha encontrado con fuerzas de seguir. Roman, por su parte, sigue como una moto hacia arriba. Una vez en la tienda, decidimos que ya hemos tenido suficiente y nos vamos para abajo. Hacerse la mochila y plegar la tienda con ese viento y ese frio es una actividad fantastica para los dedos (de hecho, todavia tengo insensibles unas cuantas yemas), y en cuanto podemos salimos disparados para abajo, a ver si con el movimiento entramos en calor. Por el camino nos encontramos subiendo a los franceses, que se han pegado un par de dias en el C1 esperando a no se quien y ahora van para arriba...ya veras como les hace bueno! En el C2 nos despedimos de los amigos de Madrid, que se quedan aqui una noche a esperar a Roman. Les cedemos nuestra tienda del C2 para que no la tengan que plantar y acarreamos con una de las suyas hacia abajo, hacia el C1 a descansar. Por el camino, aunque es de bajada me siento raro. Incluso diria que me mareo. Sera la altura? El peso de la mochila? o quizas el tener solo una barrita energetica en el estomago en toda la manana?. En el trozo de las grietas voy literalmente acojonado. Suerte de la cuerda y del Seguro de vida Moya que me vigila piolet en mano, no sea que me falle un pie y me encuentren dentro de 50 siglos al final del glaciar. Al final C1, seguridad y a descansar. Comemos nuestra comida, y a la bazofia que nos sirven que le den!, Ya no necesito las proteinas para nada! Esa misma tarde caen como 30 cm de nieve del C1 para abajo. Ya da igual, ya estamos camino de casa. Aprovechamos para hacer unas llamadas en el telefono satelite de un campamento vecino. Al modico precio de 5 euros el minuto, JM informa de nuestra situacion a su Irene y yo a mis padres. De mi Irene sigo sin saber nada... 18 de agosto: Nos bajamos al base. Sin mas novedad. Al principio un poco nevado el camino, despues simplemente embarrado. Y el tiempo? No podia ser de otra forma. Sol de justicia, cielo despejado. Sin viento dia perfecto de cumbre. El mismo tiempo del 19 de agosto y del 20 de agosto, noches de luna clara y dias soleados. Murphy se descojona de nosotros. Despues de llegar, ducha, comida y a descansar. Unas horas despues vimos bajar a los Madriles. Roman hizo cima, total 9 horas tienda-tienda. Eso es ser bueno. Un par de noches con cerveza y algo de vodka para celebrar la expedicion, lo bien que lo hemos hecho y que volvemos todos sanos y salvos. El 19 de agosto JM todavia tuvo animos para intentar subir el 4800 de aclimatacion que hay al lado del campo base y que no pudimos hacer el primer dia. Yo es que habia quedado con Galeano para que me explicara no se que de America latina y me venia mal ponerme otra vez las botas. Al final tampoco hubo cima, esta vez por las condiciones de la nieve en el camino, no vayamos a tener un disgusto a estas alturas. El 20 de agosto la compania nos subio en un autobus rumbo a Osh, autobus en el que tambien viajaron los companeros madrilenos. Al final besos, abrazos, intercambio de direcciones y ya nos veremos en el monte!, y lo demas ya es conocido hasta la fecha! Voy a ir cortando, que me duele la espalda de escribir y el que haya llegado hasta aqui debe estar aburrido. Solo decir que aunque sabemos que no se debe medir el valor de una expedicion como esta por el hecho de haber llegado o no a la cima, nos jode profundamente no haberla conseguido. Mas cuando nos sentiamos fuertes para hacerla y cuando hemos visto que otra gente no mas preparada que nosotros se vuelve con la cima en el bolsillo. De todas formas nos volvemos satisfechos, con la sensacion de haber trabajado bien, de haber hecho bien la aclimatacion, la preparacion y seguros de haber sido frenados solo por el mal tiempo. Si la montana no se deja, que le vamos a hacer? Por nuestra parte hemos puesto todo lo que teniamos, y eso no nos lo quita nadie, ala! Pues nada mas, la proxima entrada con fotos y, si un dia me animo otra con anecdotas. Salud! y cuidadito por si caminais por el monte! PD: Ayer consegui hablar con mi Irene. Esta bien tras 3 semanas por Iran. Saber esto alegra mas que llegar a ninguna cumbre!